Queremos compartir con vosotros estas palabras que son de reconocimiento por el trabajo bien hecho y de agradecimiento dirigidas a nuestro compañero Ángel con motivo de su jubilación el pasado día 1 de marzo.
Será por el tiempo que vivimos que parece que estamos aprendiendo a valorar lo esencial del mundo que nos rodea. Y apreciamos mejor la grandeza de quienes han convertido su manera de ser y de actuar en el mejor modelo de enseñanza y aprendizaje. Quizá este tiempo que vivimos ayuda a despejar el grano de la paja y nos revela cómo por encima de todo la Escuela la hacen los buenos maestros. Como tú, Ángel, uno de esos maestros que se entregan y dejan huella, que abren camino, despiertan ilusiones, comparten dificultades y ayudan a superar retos.
El Ceip Margarita Salas y su comunidad de alumnos y profesores te lo agradecemos porque somos mejores gracias a tu ejercicio profesional, a tus ideas, tu ilusión y tu experiencia. Tu capacidad, entre otras cosas, nos ayudó a perderle el miedo a las nuevas tecnologías y a sacarles partido para seguir creciendo.
Tu afán por el trabajo bien hecho, una gran dosis de paciencia y tenacidad y un derroche de entusiasmo, han alimentado muchas almas. Has sido un gran acicate para nuestros alumnos, especialmente para aquellos que más lo han necesitado. Y también para muchos compañeros, con los que has compartido tu día a día. Siempre dispuesto a ayudar.
Hoy nos toca a todos nosotros corresponder en forma de agradecimiento y reconocimiento tanto trabajo y dedicación. En ti encontramos a un maestro brillante, a alguien que nos reveló claves de cómo enseñar y cómo aprender a la vez que nos descubría los mejores sentimientos.
Hay educadores que son guías y modelos y entre sus alumnos dejan una huella que les marca de por vida. Cuando esto ocurre como en tu caso Ángel, todos lo celebramos porque así me mide el éxito en una carrera profesional dedicada a la docencia.
Queremos desearte toda la felicidad para este tiempo que estrenas y que llenarás con nuevos retos y otros sueños. Qué bien ilustra el poema No te rindas de Benedetti lo que ha sido tu trayectoria y lo que te queda por delante.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos...
No cabe un adiós, mejor un gracias por todo, no dejes de sentirte parte del Margarita Salas y uno de los nuestros.
Un abrazo.